que las mujeres tengan
los senos como magnolias, o
como pasas de higo.
Un cutis de durazno, o
de papel de lija.
Le doy una importancia
igual a cero al hecho
de que amanezcan con
un aliento afrodisiaco,
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz
de soportar, una nariz
que sacaría el primer
premio en una exposición
de zanahorias.
Pero eso sí, y en esto soy irreductible,
no les perdono bajo ningún pretexto,
que no sepan volar.
Si no saben volar pierden el tiempo conmigo.”
Oliverio Girondo