29.1.13



Espero curarme de ti en unos dias.
Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte.
Es posible, siguiendo las 
prescripciones de la moral
en turno. Me receto tiempo, 
abstinencia, soledad.


Jaime Sabines.


Fiebre; Daniel krauze

El mundo no siempre fue así. 
No siempre fueron batallas cómodas 
entre seres humanos cómodos. 
Me imagino que en algunas partes del mundo 
sigue sin ser de esa manera: hay lugares 
del planeta donde la gente pelea 
por algo más significativo que un sandwich sin sabor.
 La clase media de México 
no es uno de esos lugares.

27.1.13

Qué impertinente manera del volver

He salido a la calle sin piel que me cubra, nos cuenta Martha, a la vista de todos y sin embargo oculta en mi desnudez, una brutal manera de desaparecer. Escribir para desaparecer, desaparecer al cuerpo que busca desesperadamente disminuir la fiebre de sentir, de romper un nexo oculto entre lo que se es y lo que se va siendo. Desaparecer es, como diría Pessoa, el arte que alivia de la Vida sin aliviar de vivir, que es tan monótono como la misma Vida, pero sólo en un sitio diferente. Hacernos invisibles entre el aire que va estriándose sobre un desierto apenas percibido por una luna inquieta y temblorosa. Salir a la calle desnuda sólo sintiéndonos examinados por las arrugas humeantes de la noche: Desde los peldaños podíamos desfigurar o transformar lo que alcanzáramos a ver, torciendo a nuestro antojo, creyendo realmente que todo cambiaba apenas señaláramos con el dedo y pronunciáramos las palabras necesarias. ¿Cuáles son las palabras necesarias? Intuyo que aquellas que, de alguna manera, muestran los confines del propio cuerpo en el otro cuerpo donde, en azar inconstante, nos vaciamos y nos llenamos siempre de las mismas cosas siempre. Martha Durán

Diana, o la Cazadora Solitaria. Carlos Fuentes


¿Es preferible algo a todo o a nada? Eso me pregunté cuando terminaron los amores que aquí voy a relatar. Ella me lo dio todo y me lo quitó todo. A ella le pedí que me diera algo mejor que todo o nada. Le pedí que me diera algo. Ese "algo" sólo puede ser el instante en que fuimos o creímos ser felices. ¿Cuántas veces no me dije: Siempre seré lo que soy ahora? Recuerdo y escribo para recobrar el momento en que ella siempre sería como fue, esa noche, conmigo. Pero toda singularidad, amatoria o literaria, recuerdo o deseo, pronto es abolida por la gran marea que nos rodea siempre como un incendio seco, como un diluvio ardiente. Nos basta salir por un minuto de nuestra propia piel para saber que nos rodea un latido todopoderoso que nos precede y nos sobrevive, sin importarle mi vida o la de ella: nuestras existencias.

12.1.13




La espera es un estado en el que 
la cronología detiene su rutina y lo único que se acelera
es una sutíl desesperación,
que se asemeja a la ansiedad, como una busqueda
que no termina, me hace inútil y me provoca
un vacío al sentir eso que no llega.
Después de tanto aguardar
ya solamente lo que quiero
es que no vuelvas. 




Irving D. Yalom, "El día que Nietzsche lloró"




Desde que tengo conciencia, me he sentido asustado por los espacios vacíos de mi interior. Y mi soledad no tiene nada que ver con la presencia, o la ausencia, de otras personas. ¿Sabe a qué me refiero?
-¿Quién podría entenderlo mejor? A veces pienso que soy el hombre más solitario que existe. Y, como en su caso, eso no tiene nada que ver con la presencia de otras personas. De hecho, detesto a los que me privan de la soledad y que, sin embargo, no me hacen compañía.




"No voy a recomendar a nadie la lectura… quien no quiera mojarse que no aprenda a nadar, ni se atreva a amar o a beber. Y que no lea tampoco o que sólo lea para aprender, para destacar, para hacerse sabio o famoso, es decir; para seguir siendo idiota. El que valga para leer, leerá: en pergamino, en volumen encuadernado, en piel, en libro de bolsillo, en hoja volandera o en la pantalla del ordenador. Leerá por nada y por todo, sin objetivo y con placer, como quien respira, como quien se embriaga o enreda sus piernas en las de alguien apetecible. Sólo eso importa, cuando la pasión manda". 
Fernando Savater

5.1.13

"La soledad de los números primos" Paolo Giordano

Ciertos números primos más especiales que el resto, y a los que los matemáticos llaman primos gemelos: son parejas de primos sucesivos, o mejor, casi sucesivos, ya que entre ellos siempre hay un número par que les impide ir realmente unidos, como el 11 y el 13, el 17 y el 19, el 41 y el 43. Si se tiene paciencia y se sigue contando, se descubre que dichas parejas aparecen cada vez con menos frecuencia. Lo que encontramos son números primos aislados, como perdidos en ese espacio silencioso y rítmico hecho de cifras, y uno tiene la angustiosa sensación de que las parejas halladas anteriormente no son sino hechos fortuitos, y que el verdadero destino de los números primos es quedarse solos. Pero cuando, ya cansados de contar, nos disponemos a dejarlo, topamos de pronto con otros dos gemelos estrechamente unidos. Es convencimiento general entre los matemáticos que, por muy atrás que quede la última pareja, siempre acabará apareciendo otra, aunque hasta ese momento nadie pueda predecir dónde...
“A mí me cuesta ser cariñoso, inclusive en la vida amorosa. Siempre doy menos de lo que tengo. Mi estilo de querer es ése, un poco reticente, reservando, el máximo sólo para las grandes ocasiones. De modo que si siempre estuviera expresando el máximo ¿qué dejaría para esos momentos (siempre hay cuatro o cinco en cada vida, en cada individuo) en que uno debe apelar el corazón en pleno? También siento un leve resquemor frente a lo cursi, y a mí lo cursi me parece justamente eso: andar siempre con el corazón en la mano.”
Mario Benedetti, La tregua

Mario Benedetti "La tregua"

Ella tiene por lo menos algo de común conmigo: también es una triste con vocación de alegre.

4.1.13


Hay amores imposibles. Aquellos que se resisten, aquellos en los que la chispa no prende, la magia no aparece. Pero también están aquellos en los que el amor explota, la chispa arrasa, la magia perturba... Pero son amores imposibles.

Un Desliz por "La Insoportable Levedad del Ser"


La idea del eterno retorno es misteriosa y con ella Nietzsche dejó perplejos a los demás filósofos: ¡pensar que alguna vez haya de repetirse todo tal como lo hemos vivido ya, y que incluso esa repetición haya de repetirse hasta el infinito! ¿Qué quiere decir ese mito demencial?

El mito del eterno retorno viene a decir, per negatio-nem, que una vida que desaparece de una vez para siempre, que no retorna, es como una sombra, carece de peso, está muerta de antemano y, si ha sido horrorosa, bella, elevada, ese horror, esa elevación o esa belleza nada significan. No es necesario que los tengamos en cuenta, igual que una guerra entre dos Estados africanos en el siglo catorce que no cambió en nada la faz de la tierra, aunque en ella murieran, en medio de indecibles padecimientos, trescientos mil negros.
¿Cambia en algo la guerra entre dos Estados africanos si se repite incontables veces en un
eterno retorno?
Cambia: se convierte en un bloque que sobresale y perdura, y su estupidez será irreparable.
Si la Revolución francesa tuviera que repetirse eternamente, la historiografía francesa estaría menos orgullosa de Robespierre. Pero dado que habla de algo que ya no volverá a ocurrir, los años sangrientos se convierten en meras palabras, en teorías, en discusiones, se vuelven más ligeros que una pluma, no dan miedo. Hay una diferencia infinita entre el Robespierre que apareció sólo una vez en la historia y un Robespierre que volviera eternamente a cortarle la cabeza a los franceses.Digamos, por tanto, que la idea del eterno retorno significa cierta perspectiva desde la cual las cosas aparecen de un modo distinto ha como las conocemos: aparecen sin la circunstancia atenuante de su fugacidad. Esta circunstancia atenuante es la que nos impide pronunciar condena alguna. ¿Cómo es posible condenar algo fugaz? El crepúsculo de la desaparición lo baña todo con la magia de la nostalgia; todo, incluida la guillotina.
Si cada uno de los instantes de nuestra vida se va a repetir infinitas veces, estamos clavados a la eternidad como Jesucristo a la cruz. La imagen es terrible. En el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad. Ese es el motivo por el cual Nietzsche llamó a la idea del eterno retorno la carga más pesada (das schwerste Gewicht). Pero si el eterno retorno es la carga más pesada, entonces nuestras vidas pueden aparecer, sobre ese telón de fondo, en toda su maravillosa levedad.
 
¿Pero es de verdad terrible el peso y maravillosa la levedad?
La carga más pesada nos destroza, somos derribados por ella, nos aplasta contra la tierra. Pero en la poesía amatoria de todas las épocas la mujer desea cargar con el peso del cuerpo del hombre. La carga más pesada es por lo tanto, a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será.Por el contrario, la ausencia absoluta de carga hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire, vuele hacia lo alto, se distancie de la tierra, de su ser terreno, que sea real sólo a medias y sus movimientos sean tan libres como insignificantes.
Entonces, ¿qué hemos de elegir? ¿El peso o la levedad? Este fue el interrogante que se planteó Parménides en el siglo sexto antes de Cristo. A su juicio todo el mundo estaba dividido en principios contradictorios: luz-oscuridad; sutil-tosco; calor-frío; ser-no ser.
Uno de los polos de la contradicción era, según él, positivo (la luz, el calor, lo fino, el ser), el otro negativo. Semejante división entre polos positivos y negativos puede parecemos puerilmente simple. Con una excepción: ¿qué es lo positivo, el peso o la levedad?
Parménides respondió: la levedad es positiva, el peso es negativo.

¿Tenía razón o no? Es una incógnita. Sólo una cosa es segura: la contradicción entre peso y levedad es la más misteriosa y equívoca de todas las contradicciones.

Milan Kundera.



Solamente buscando la verdad...


¿Que es la verdad? La verdad, es un cumulo de cuestionamientos banales, por que como buscar algo que no sabes si es verdad? Verdaderamente existe? ¿Por qué pasar el resto de mi tiempo pensando en banalidades? existen para mi en el mundo dentro de mi cabeza, tantos mundos que me creo y al final de cuenta ni siquiera son verdad, ese instante en el que mis pensamientos divagan en la inhóspita realidad, que más bien no están en la realidad, por que en esos instantes lo único que quiero es escaparme de ella.

Tantas preguntas, hacen cuestionarme mas trivialidades, me cansan, al concientizar que solo son verdades para mi, subrealidades dentro de mi mente, alejadas de la cotidianeidad de la vida, que me da ganas de vomitar cada vez que cierro los ojos y percibo que todo mi día, mis días se han ido y no he encontrado la verdad.

Como encontrar una verdad explicita, tangible, si para mi lo que es verdad, para ti no lo es, Como poder llegar a una realidad donde exista una verdad colectiva? Porque al parecer yo soy el único que me cuestiono esto,¿ Será que no vivo en la realidad? Y que tiene de malo no vivir en la realidad, a veces este mundo donde mis días pasan y por las noches vomito pensamientos al sentir la pura insatisfacción de no encontrar ninguna de estas respuestas, me hacen fugarme a otros mundos llenos de imaginación, subrealismo, autodifamación… y al fin de cuentas conformismo.
Me conformo con tener en mis mundos lo que no soy capaz de percibir en la realidad, pero volvemos a lo mismo…si yo soy así ¿no soy real? se que soy real por que siento, por que me cuestiono, por que me confundo, por que tengo momentos fugaces de felicidad y de dolor, dolor que me hace saber que sí, soy real. Ahora como saber que lo que siento es verdad? la felicidad, el mismo dolor, el amor… concepto muy destructivo, en el que te autoconfundes, y al final resulta que no era verdad eso que creías que sentías o viceversa. Si son momentos tan fugaces ¿Cómo poder entender algo que no dura para siempre, como yo, como estas letras, como el tiempo, como tú. 

Realmente creo que no somos verdad, y no existimos en la realidad, lo más triste es que he llegado a esa conclusión, por que todavía no sé lo verdaderamente es real, y me he percatado que soy tan fugaz, que no tengo el tiempo suficiente para encontrar esta verdad.
“Me importa un pito 
que las mujeres tengan
los senos como magnolias, o 
como pasas de higo. 
Un cutis de durazno, o 
de papel de lija.

Le doy una importancia 

igual a cero al hecho 
de que amanezcan con 
un aliento afrodisiaco,
o con un aliento insecticida.

Soy perfectamente capaz 

de soportar, una nariz 
que sacaría el primer 
premio en una exposición
de zanahorias.

Pero eso sí, y en esto soy irreductible, 

no les  perdono bajo ningún pretexto, 
que no sepan volar. 
Si no saben volar pierden el tiempo conmigo.”
Oliverio Girondo 



http://www.youtube.com/watch?v=Wk3BhcMuBDI 

Mi Maleta---


He llegado desde muy lejos, no se de donde vengo, pero recuerdo que tomé una maleta, siendo yo nada, sin forma, ni color, metí mi esencia en esa maleta, la llené de manías, de defectos, de todos mis complejos. Aquí llevo mi maleta, todos los días conmigo, y cada día se hace más pesada. Y espero el momento de tomarla e irme muy lejos, recorrer caminos, sentir el cansancio, sentir la soledad, y cuando me canse de mi soledad también meterla en esa maleta, nadar en mares interminables, ahogarme entre mis propios pensamientos hasta encontrar ese lugar donde deba desprenderme de ella. Y un día regresaré sin mis pesares, sin mis cúmulos de naturaleza humana. Porque sólo el que regresa es el que viaja y el que no regresa es por que se acostumbró a cargar su maleta.